Un joven de 27 años fue detenido tras intentar asaltar a un remisero y robar el celular a una pareja, portando un revólver oficial de la Policía. La investigación reveló que el arma pertenecía a su novia, una oficial de la fuerza.
Una oficial de la Policía Federal Argentina ha sido desvinculada de sus funciones luego de que las autoridades de La Matanza descubrieran que su novio, Hugo Gabriel Brítez Flecha, de 27 años, utilizaba su arma reglamentaria para cometer robos nocturnos.
El caso se destapó cuando un remisero denunció un intento de asalto a mano armada en la localidad de González Catán. Mientras recorría la calle Azul, el conductor fue acosado por cuatro delincuentes armados. Gracias a su rápida maniobra al volante, logró escapar ileso.
Simultáneamente, una pareja también reportó haber sido asaltada en la intersección de Atalco y Senguel, donde uno de los asaltantes, vestido de negro y encapuchado, había utilizado un arma para intimidarlos. Los agentes que realizaban patrullas preventivas en la zona comenzaron a buscar a los sospechosos.
En un momento dado, en la intersección de Atalco y Llerena, los policías identificaron a un grupo de cuatro jóvenes que coincidían con la descripción de los delincuentes. Al notar la presencia del patrullero, los sospechosos intentaron dispersarse. Los agentes, tras solicitar refuerzos, siguieron a uno de ellos, quien sacó un arma de su cintura e intentó escapar disparando contra los oficiales.
Después de un breve tiroteo, el sospechoso fue herido en la zona intercostal y rápidamente detenido. Durante la revisión, se encontró que portaba un revólver Bersa Thunder, marcado con la inscripción “Policía Federal Argentina”, así como un teléfono celular robado.
Brítez Flecha, de nacionalidad paraguaya y residente en La Matanza, fue llevado al hospital Balestrini bajo custodia, donde fue dado de alta pocas horas después debido a que sus heridas eran superficiales. Sin embargo, el hallazgo del arma planteó un grave interrogante: ¿de quién era realmente?
El fiscal Federico Medone inició una investigación por resistencia a la autoridad, portación ilegal de arma de guerra y robo calificado. Al indagar sobre el arma, se determinó que pertenecía a la oficial Jorgelina Noelia Altamirano, de 31 años, pareja de Brítez Flecha desde hace tres meses.
Aunque no está claro si él le robaba el arma sin su conocimiento o si ella se la entregaba, la investigación apunta a que Altamirano no cumplió con su deber de custodia del revólver. La fiscalía ha solicitado su desafectación mientras se recaban más pruebas para determinar su posible implicación en los delitos de su pareja.
En su declaración, Altamirano aseguró desconocer las actividades nocturnas de su novio y mencionó que había trabajado 12 horas seguidas antes de dormir profundamente. Mientras tanto, Brítez Flecha enfrenta una larga condena por sus crímenes.
