La jueza Martina Forns permitió que el municipio de Morón siga cobrando la Tasa de Alumbrado Público a través de las facturas de Edenor, lo que revela una vez más la prioridad del gobierno local en la recaudación, por sobre las necesidades y el bolsillo de los ciudadanos.
El Municipio de Morón ha obtenido un fallo judicial que le permite continuar cobrando la Tasa de Alumbrado Público mediante las boletas de luz de Edenor, una decisión que genera preocupación entre los ciudadanos, y golpea fuertemente sus bolsillos. La jueza federal Martina Forns respaldó la medida cautelar solicitada por el municipio, ignorando así la reciente prohibición impuesta por el Gobierno Nacional, a través de la Resolución 267/2024, que pretendía aliviar de carga impositiva a los ciudadanos que ya pagan mensualmente una Tasa de Servicios Generales (TSG).
La mencionada resolución fue diseñada para proteger los derechos de los consumidores, prohibiendo que los municipios incluyan tributos en las facturas de servicios públicos. Sin embargo, la administración del intendente Lucas Ghi argumenta que los fondos recaudados son esenciales para mantener el alumbrado público y otros servicios vitales.
La decisión judicial destaca una vez más la tendencia del municipio a priorizar la recaudación sobre la prestación efectiva de servicios. Los cuidadanos han denunciado repetidamente que, aunque se les cobra la Tasa de Servicios Generales (TSG) conjuntamente con las tasas que se incluyen en las boletas de servicios, la iluminación de sus calles sigue siendo deficiente, con quejas persistentes de los vecinos sobre calles oscuras y la falta de mantenimiento, evidenciando una desconexión entre lo que se cobra y los servicios realmente brindados.
Vale remarcar que, hace unos días, la Justicia también falló a favor del Municipio de Moreno con una medida precautelar dictada por el juez Adrián González Charvay. Por ese amparo, quedó establecido que la Comuna puede seguir cobrando tasas a través de la empresa prestadora de gas, Naturgy. Este precedente refuerza la postura de los municipios del Conurbano en su lucha por mantener sus mecanismos de recaudación, a pesar de las restricciones impuestas por el gobierno nacional.
Con esta decisión, otros municipios en la región, como Pilar y Quilmes, han logrado medidas similares, lo que sugiere un patrón preocupante en la gestión de recursos públicos. La insistencia en continuar cobrando tasas a través de facturas, a pesar de las deficiencias en los servicios, deja a los ciudadanos con la sensación de que sus necesidades están siendo ignoradas en favor de los intereses en incrementar la recaudación del municipio.

