Gran Operativo Judicial en Morón contra la red de extorsión a comerciantes chinos en Morón

La justicia de Morón, en colaboración con Interpol y la Policía bonaerense, desmantela una de las células de extorsión que operaba en la región, utilizando métodos violentos como bombas de humo en los negocios. Las víctimas eran obligadas a pagar 30.000 dólares bajo amenazas de represalias.

En Morón la justicia ha llevado a cabo un amplio operativo para desarticular una célula mafiosa dedicada a la extorsión de comerciantes chinos en la región oeste del conurbano bonaerense. Esta operación, coordinada por la fiscal Adriana Suárez Corripio y el ayudante fiscal Martín Schebes, y con el apoyo de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Policía bonaerense, logró la detención de Pablo Rodrigo Sánchez, un sospechoso clave en la serie de amenazas a propietarios de supermercados locales.

Sánchez, de 45 años, fue arrestado con un teléfono celular, un pen drive con información relevante para la investigación, y una moto Yamaha FZ16 de color negro, que figura a nombre de Tomás Nahuel Maringolo, otro individuo actualmente bajo prisión preventiva en una causa paralela en el Departamento Judicial San Martín.

La organización mafiosa, que opera bajo el modelo de la mafia china, está dirigida por tres líderes que dividen las zonas de extorsión. Su modus operandi incluye la colocación de notas amenazantes escritas en mandarín y la entrega de mensajes a través de la aplicación de mensajería WeChat. La extorsión implica exigir 30.000 dólares en efectivo bajo amenazas de violencia.

El grupo utiliza mano de obra local para ejecutar sus amenazas, dejando notas en los comercios durante la noche o entregándolas en mano durante el día. Si las víctimas no cumplen con las exigencias, la violencia se incrementa. Las amenazas incluyen el lanzamiento de granadas lacrimógenas y de humo dentro de los negocios, y en algunos casos, ataques más graves como incendios y disparos.

La investigación se enfrenta a varios desafíos. Las víctimas suelen evitar denunciar por miedo a represalias, el idioma y la falta de información complican las acciones judiciales. A pesar de estos obstáculos, la investigación continúa avanzando desde que comenzó en enero de este año, tras una amenaza dejada en el supermercado ‘Blue Sky’ en Ituzaingó.

Además, se ha reportado un incidente similar en Mariano Acosta, Merlo, donde se arrojaron bombas de humo en un comercio. En ese caso, la justicia también actuó de oficio. La principal sospechosa en estas investigaciones es Melisa Yael Rodríguez, de 34 años, quien permanece prófuga a pesar de estar identificada y vinculada a diversas extorsiones en la región y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La justicia de Morón continúa trabajando para desmantelar todas las redes de extorsión y garantizar un entorno más seguro para todos los negocios. Se espera que las investigaciones en curso conduzcan a nuevas detenciones y a la completa desarticulación de estas bandas criminales.

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