Ocurrió en la colectora de la autopista Oeste. Mientras esperaba a su esposa dentro de su camioneta cuando fue abordado por al menos tres delincuentes armados. Hubo un tiroteo, y tanto él como uno de los agresores murieron.
Un violento intento de robo ocurrido en Ituzaingó terminó con la muerte de un ex efectivo de la Policía Federal Argentina y uno de los presuntos atacantes. El hecho, que pone en evidencia la creciente inseguridad en la zona oeste del conurbano bonaerense, ocurrió en plena vía pública y a escasos metros de un centro comercial.
La víctima fue identificada como Juan José Nardelli, de 55 años, quien se encontraba dentro de su camioneta Volkswagen Amarok azul esperando a su esposa en la puerta de un spa, ubicado sobre la colectora norte de la Autopista del Oeste, a la altura de la avenida Presidente Perón al 7800.
Según las primeras investigaciones, al menos tres delincuentes descendieron de un Citroën C4 Cactus —vehículo con pedido de secuestro por robo en Tres de Febrero— y lo abordaron armados con intención de sustraerle el vehículo. Nardelli, que portaba una pistola Glock 9 milímetros, intentó defenderse, iniciándose un tiroteo en el que recibió un disparo mortal en el pecho. Su esposa fue quien lo encontró gravemente herido al salir del local y lo trasladó de urgencia al Hospital de Haedo, donde falleció poco después de ingresar.
El Citroën utilizado por los agresores fue abandonado a pocos metros del lugar. Luego, los delincuentes habrían continuado la huida en una camioneta Ford Ranger, aparentemente conducida por cómplices que aguardaban en las inmediaciones. Este segundo vehículo fue hallado minutos más tarde completamente incendiado en la zona del Nudo 1 del barrio Ejército de los Andes, conocido como “Fuerte Apache”, en el partido de Tres de Febrero.
Paralelamente, un joven de 18 años, identificado como Marcos Uriel Catalán, fue ingresado sin signos vitales al Hospital Carrillo de Ciudadela. Presentaba un impacto de bala en el rostro y, de acuerdo con los investigadores, habría participado del enfrentamiento con Nardelli. Fue trasladado por otro sospechoso, un adolescente de 14 años, que quedó detenido.
Horas más tarde, un segundo menor de 15 años fue aprehendido tras una persecución policial que comenzó luego de que robara un Toyota Etios. Durante el intento de fuga se produjo un nuevo intercambio de disparos con personal policial. El joven finalmente abandonó el vehículo, pero fue capturado. Llevaba consigo un revólver calibre .38 con la numeración limada. Según los investigadores, habría formado parte del grupo que intentó asaltar a Nardelli.
La víctima, padre de cuatro hijos y abuelo de dos niñas, era un apasionado de las motocicletas y participaba en travesías grupales que solía compartir en redes sociales. Ingresó a la Policía Federal en 1989 y se retiró en 2016 con el rango de Sargento Primero, habiendo prestado servicio en la División Balística.
El crimen generó una rápida reacción en redes sociales por parte de la ministra de Seguridad de la Nación, quien expresó públicamente sus condolencias a la familia y aseguró que el hecho “no quedará impune”. Sin embargo, el caso vuelve a encender el debate sobre la efectividad de las políticas de seguridad en el conurbano bonaerense, donde hechos violentos como este siguen ocurriendo con frecuencia y exponen a vecinos y ex agentes por igual.