Aunque el acto fue presentado como un avance en materia de seguridad, la jornada quedó marcada por un curioso intercambio entre el intendente Pablo Descalzo y el Ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso, debido a la escasa presencia policial en motos durante la actividad.
Lo que comenzó como un acto institucional para exhibir la entrega de nuevas motos de alta cilindrada destinadas al patrullaje preventivo en Ituzaingó, terminó llamando la atención precisamente por la escasa presencia de patrulleros motorizados, que derivó en un curioso cruce entre el intendente Pablo Descalzo y el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, que ya habían tenido un desencuentro hace no mucho.
Mientras los discursos oficiales destacaban la inversión en seguridad y la articulación entre el gobierno municipal y la provincia, lo cierto es que la escena llamó la atención por un detalle notorio: apenas un puñado de efectivos en moto estaban presentes en el lugar. La situación se volvió aún más evidente durante el momento de las fotos oficiales: al disponerse a saludar y retratarse con el personal policial, el ministro Javier Alonso advirtió la escasa cantidad de agentes en motocicleta y no ocultó su sorpresa.
Preguntó sobre las pocas motos presentes, lo suficientemente alto como para que varios asistentes lo oyeran. Y desde los presentes respondieron que muchas de las unidades estaban guardadas, como suele ser. La explicación no conformó a Alonso, que miró al intendente Pablo Descalzo y le exigió que todas las motos operativas salieran de inmediato a la calle.
Cabe recordar que no es la primera vez que Descalzo y Alonso protagonizan un cruce. En diciembre del año pasado, el intendente había criticado públicamente al ministro por la ausencia de personal policial en otro acto oficial, acusándolo de “egoísta” y responsabilizándolo por la falta de acompañamiento en materia de seguridad. En aquel entonces, Descalzo apuntó directamente a decisiones del área provincial y evitó implicar al gobernador Axel Kicillof, con quien mantiene un alineamiento político explícito.
En esta nueva ocasión, la tensión se hizo visible a pesar del tono institucional de la jornada. La entrega de motos y la inauguración de una nueva sede de la Departamental de Seguridad fueron acompañadas por declaraciones que buscaron resaltar una coordinación política fluida. Sin embargo, el breve pero significativo intercambio entre Alonso y Descalzo dejó expuesta una relación con fisuras, que se vuelven visibles incluso en actos organizados.
En un escenario donde la seguridad es una de las principales preocupaciones de los vecinos, este nuevo episodio siembra dudas sobre la verdadera articulación entre los distintos niveles del Estado para dar respuestas concretas. Más allá de los anuncios y las fotos, los desacuerdos entre quienes deben trabajar en conjunto parecen seguir marcando la agenda.