Carta abierta del concejal Ariel Aguilera de La Libertad Avanza Partido Demócrata:
A las preocupaciones diarias que afrontamos los moronenses, debemos sumarle la injusticia de llevarnos alguna multa de tránsito.
En los últimos meses, el municipio de Morón aceleró la velocidad en la instalación de cámaras destinadas a fotomultas. La mayoría de las cámaras configuran una clara arremetida contra el bolsillo de los conductores, que caen en las tramperas de claros fines recaudatorios.
No se trata de cámaras preventivas, son dispositivos instalados al servicio de la caja provincial y la consecuente participación municipal.
El Municipio de Morón hace una verdadera política de la recaudación a través de fotomultas, situación que no se da en los distritos fronterizos, en los cuales la máxima en avendidas se mantiene dentro del márgen legal.
Recordemos que el art. 51 de la Ley Nacional de Tránsito 24.449 establece un límite máximo de velocidad en avenidas de 60 km/h.
En Morón las avenidas principales fueron minadas de cámaras con intenciones recaudatorias, para cumplir con tal finalidad, las autoridades de tŕansito modificaron la cartelería de velocidad máxima, equiparándola a la velocidad máxima de calles urbanas, es decir: 40 km/h.
La apuntada modificación en la velocidad máxima ocasiona un incremento de las infracciones en toda la comuna. No se puede calificar de infractor a quien circula de conformidad a la ley nacional de tránsito; por el contrario, han sido los cambios unilaterales del Municipio de Morón los que pretenden crear una conciencia de infracción donde no existe.
Los conductores que transitan por el distrito, comenzaron a mostrar su descontento por esta arremetida del estado provincial/municipal contra sus bolsillos, ya que en época de recesión es imposible que pase desapercibida toda imposición de pago de sumas descabelladas bajo el concepto “infracción”. Esos momentos de descontento se viven con mayor intensidad cuando se pretende renovar la licencia de conducir o concretar la venta del automóvil. Muchas personas desconocen hasta esas instancias, la gravedad económica que reportan las foto multas, el baldazo de realidad aparece cuando el empleado público indica la suma acumulada como deuda y que si no se cancela no se puede continuar con la tramitación administrativa.
En todos los casos, corresponde recomendar a los conductores que con carácter previo a la venta o renovación de la licencia de conducir en el Partido de Morón, obtengan en el Registro Seccional Automotor donde se encuentra radicado el vehículo, un estado de deuda de infracciones para saber dónde se encuentran parados y poder identificar los reclamos por esta modalidad de exceso de velocidad en avenidas.
Una vez que se conocen las pretendidas infracciones resulta vital recurrir al asesoramiento legal para analizar en primer lugar si el cinemómetro con el que fue obtenida la fotografía del vehículo opera legalmente, esto es, si está homologado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y si superó la verificación periódica anual que otorga el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). Las fotomulatas de Morón se aplican sin cumplir los recaudos emergentes del art. 1º de la ley provincial 14.246 sobre cartelería y distancias de fijación, lo cual es suficiente para que las actas de infracciones y/o fotomultas generadas, sean nulas de nulidad absoluta y carentes de vínculo jurídico exigible para su efectivo cumplimiento y pago.
En general, los sectores en los que operan las foto multas del Municipio de Morón, poseen deficiencias de señalización que impiden a los conductores conocer la velocidad máxima en esa zona, lo cual nulifica todo lo actuado.
Si el cartel no está ubicado a la distancia mínima desde el radar de fiscalización, debe anularse la multa que el municipio pretende imponer.
En provincia de Buenos Aires, entre un 30 y 40% de las multas están mal confeccionadas y se pueden revertir.
Las fotomultas están diseñadas para promover la seguridad vial y disuadir conductas riesgosas. La arbitrariedad del mecanismo con el que se implementan en el Partido de Morón, lleva a concluir que son una mera imposición recaudatoria, mediante la cual el gobierno municipal encontró una forma complementaria de ser socio diario del patrimonio de los automovilistas que transitan por sus calles. Si pasás por Morón, alguna multa te llevás: SEGURO!.
Mientras los moronenses exigen la ampliación de cámaras con fines de prevención en materia de seguridad, la intendencia de Lucas Ghi sigue mirando para el costado, apostando a una mayor recaudación para poder llevar adelante sus políticas socialistas, ello sin medir las consecuencias electorales que tendrá el descontento generalizado con su gestión, descontento que se “acelera” sin máximas permitidas con el correr de los días. Las infracciones de la gestión socialista de Lucas Ghi ya están fotografiadas…son reiteradas, repetitivas, calcadas; a esta altura ya no hay descargo que las revierta.