El curso de agua recorre más de 800 metros, dejando tras de sí malos olores, musgo y residuos. A pesar de los reclamos, el Municipio aún no ha intervenido en la situación.
En un nuevo episodio que pone en evidencia la falta de intervención municipal moronense en cuestiones de saneamiento urbano, vecinos de Castelar denunciaron el arrojo constante de aguas residuales desde un edificio ubicado en la calle Avellaneda 953, que recorre más de 800 metros hasta llegar a la intersección de Padre Arrieta y Machado. A lo largo del trayecto, los habitantes de la zona han constatado la acumulación de residuos y un fuerte olor a descomposición, lo que ha generado una creciente preocupación entre los residentes.
El recorrido de este vertido comienza en el edificio Charnot, sobre Avellaneda, donde los desechos líquidos se vierten a la vía pública de manera continua, sin que haya habido una intervención oficial que solucione el problema. A medida que el agua avanza por las calles, se pueden observar zonas donde el estancamiento ha generado la formación de musgos y acumulación de basura.
Un recorrido visual del problema
Desde su origen en Avellaneda, el agua fluye hasta la esquina de Montes de Oca, donde recorre otros 50 metros en dirección al Club Argentino de Castelar. A lo largo de su curso, el agua sigue su camino hasta la intersección de Mercedes y Arredondo, donde la situación empeora, pues no solo se mantiene el flujo, sino que también se percibe la presencia de aguas servidas. A unos 250 metros de su punto de inicio, el agua continúa atravesando las calles Mercedes y Marqués de Loreto, mientras el musgo y la mugre se acumulan en las esquinas.
En el cruce de Mercedes y Pedro Goyena, el vertido llega a formar lo que parece un pequeño estanque, que va tomando mayor volumen conforme avanza por la zona. Otro de los puntos críticos se encuentra en Sarmiento y Vedia, a unos 600 metros de su origen, donde la situación se agrava por el estancamiento del agua y la mala higiene en las inmediaciones.

La denuncia vecinal
Uno de los puntos más graves es la esquina de Padre Arrieta y Crisólogo Larralde, donde la acumulación de agua genera un fuerte olor a podredumbre, lo que ha llevado a varios vecinos a elevar quejas formales ante las autoridades municipales. Sin embargo, hasta la fecha, las quejas no han recibido respuestas ni acciones concretas para solucionar la situación. Los habitantes de Castelar denuncian la falta de control y mantenimiento por parte del Municipio ante una problemática que no solo afecta la calidad de vida, sino que también pone en riesgo la salud pública.
Un silencio incómodo
A pesar de que los vecinos han presentado en varias ocasiones reclamos a la Municipalidad de Morón, hasta el momento no se ha registrado ninguna intervención para corregir el arrojo de aguas contaminadas ni para erradicar los residuos que acompañan su recorrido. La falta de respuesta oficial ha generado malestar entre los habitantes de la zona, quienes insisten en la necesidad de una pronta solución.