INTA Castelar: Impulsando la Cría de Gusano de Seda para Pequeños Productores de AMBA

La cría de gusano de seda se presenta como una oportunidad para pequeños y medianos productores, generando ingresos con mínima inversión de mano de obra.

El gusano de seda, un insecto clave en la producción de seda para textiles y accesorios, es objeto de atención en la Estación Experimental Agropecuaria AMBA del INTA Castelar, donde se trabaja en su mejora y en la promoción de la sericultura. Esta actividad milenaria, que data de más de 5,000 años, se basa en tres pilares: el cultivo de la morera, la cría del gusano de seda y la elaboración de productos a partir de esta fibra.

Francisco Pescio, responsable del programa de Sericultura en INTA AMBA, destaca que “el gusano de seda es una especie domesticada por el hombre. Esta actividad, complementaria a otras labores, puede generar ingresos significativos con poca mano de obra”. Además, enfatiza que los productos derivados tienen un alto valor en el mercado.

El gusano de seda, un lepidóptero que no vuela ni se alimenta en su fase adulta, se alimenta exclusivamente de hojas frescas de morera. En solo 45 días, puede aumentar su peso hasta 8,000 veces y, al finalizar su ciclo larval, forma un capullo de seda. Pescio menciona que “la etapa productiva se extiende de septiembre a abril”.

Las moreras, adaptadas a las regiones templadas de Argentina, son cruciales para la alimentación de las larvas. Los cultivares varían en rendimiento: las especies silvestres pueden ofrecer hasta 4 toneladas por hectárea al año, mientras que las variedades mejoradas pueden alcanzar entre 40 y 50 toneladas.

El ciclo de vida del gusano de seda comienza con la eclosión de larvas, que en 12 a 14 días miden apenas 1 milímetro. Estas larvas pasan entre 27 y 30 días en diferentes estadios antes de tejer su capullo. Este proceso culmina en la cosecha a los siete días, cuando se extraen los filamentos que la larva utiliza para fijarse. Interrumpir el ciclo vital en este momento permite obtener un capullo de alta calidad para la producción de hilo.

Si los capullos se dejan en condiciones normales, tras 15 a 20 días emergerá la mariposa, que también puede ser utilizada para producir otros tipos de hilos.

Actualmente, INTA AMBA apoya a grupos de artesanos, productores e instituciones interesadas en integrar la sericultura, tanto como una iniciativa productiva como una herramienta educativa. También se realizan investigaciones sobre la morera como fuente de forraje de alta calidad y se fomenta el uso de fibras naturales en el sector textil artesanal, buscando mejorar la producción y agregar valor a los productos generados en el AMBA.

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