Los dos agentes, procesados por facilitación de la evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público, permanecerán en libertad debido a la falta de antecedentes penales. Mientras avanza la investigación, siguen siendo parte de la fuerza.
Tras 24 horas de detención, los policías Manuel Barcala y Sergio Omar Molinas, quienes se encontraban trasladando a un detenido hacia la comisaría 4ª de Ituzaingó, han sido liberados. Los agentes enfrentan cargos por facilitación de la evasión e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Como ambos delitos permiten la excarcelación y los agentes no tienen antecedentes, se les ha concedido la libertad provisional mientras se resuelve su situación judicial.
El incidente que llevó a la detención de Barcala y Molinas ocurrió el martes 3 de septiembre en el barrio San Alberto. Durante el traslado del detenido Leonardo Ramón Sosa, quien tenía un pedido de captura pendiente, los policías desviaron su ruta y, en un descuido, Sosa logró escapar al propinar una patada al patrullero y huir corriendo, aún esposado.
Desde entonces, la búsqueda del prófugo continúa sin éxito. La fiscal ha designado a la DDI de Morón y a la Gendarmería Nacional para liderar la investigación con el objetivo de recapturarlo.
El escape tuvo lugar en la esquina de Camerucci y San Fernando, donde los agentes habían hecho una parada bajo el pretexto de que Sosa quería saludar a su madre. Una vez en el lugar, Sosa corrió hacia una vivienda y se refugió en los techos, logrando evadir a las autoridades.
Sosa había sido arrestado la noche anterior por violar una restricción de acercamiento a un domicilio. Inicialmente se identificó con un nombre falso, pero tras su fichaje, la fiscal Gabriela Millán de la UFI Descentralizada Nº 1 de Ituzaingó descubrió que tenía un pedido de captura vigente.
Sosa enfrenta cargos por robo agravado, con huellas encontradas en una botella en una vivienda de Morón, y por un homicidio agravado en grado de tentativa. En este último caso, disparó a la víctima mientras huía, por lo que también se le imputa la portación ilegal de un arma de guerra, una pistola calibre .40. Este caso está siendo investigado por la fiscal Silvana Bonini de la Fiscalía Nº 1 de Morón.
