Trenes: Nuevo Cronograma de Horarios para la Línea Sarmiento Desde el 6 de Agosto

Desde el martes 6 de agosto, la Línea Sarmiento implementará un nuevo horario en todos sus ramales: Once-Moreno, Merlo-Lobos, Moreno-Mercedes y Once-Bragado-Pehuajó.

En el ramal más transitado, el Once-Moreno, se ajustará el horario actual para mejorar la frecuencia en horas pico. Los semirápidos y rápidos, que antes no paraban en todas las estaciones intermedias, comenzarán a hacerlo, con el objetivo de reducir los largos espacios sin servicio. Además, se regularizará el servicio nocturno con trenes saliendo de Once a las 22:45, 23:00, 23:25 y 23:55, tras la eliminación de un tren a las 23:10.

Los tiempos de viaje aumentarán ligeramente: los ascendentes pasarán de 65 a 68 minutos y los descendentes de 65 a 70 minutos. Los domingos y feriados habrá una reducción de servicios, con 70 trenes en lugar de 80.

Los ramales diésel también verán cambios significativos en el tiempo de viaje debido a la deteriorada infraestructura: Merlo-Lobos pasará de 1h 57m a 2h 13m y Moreno-Mercedes de 1h 35m a 1h 47m para ascendentes, y 1h 20m para descendentes. Los servicios Once-Bragado y Once-Pehuajó también tendrán un incremento de 10 minutos en su tiempo de viaje.

Más allá de los ajustes en el itinerario, los servicios de la Línea Sarmiento han sido motivo de constantes inconvenientes por años, debido a problemas persistentes. Los usuarios enfrentan demoras frecuentes, cancelaciones inesperadas y la falta de trenes semirápidos programados, lo que deja a los pasajeros de estaciones intermedias (como por ejemplo Haedo, Ramos Mejía y Ciudadela) esperando hasta media hora por un tren.
Estas dificultades reflejan una política ferroviaria deficiente que no ha mostrado mejoras significativas a lo largo de los años. A pesar de la tragedia de Once en 2012, que dejó un saldo de 51 muertos (más uno no nato) y más de 700 heridos, y que sirvió como un llamado de atención urgente en materia ferroviaria, los cambios han sido lentos y a menudo insatisfactorios. La falta de inversión adecuada en mantenimiento y renovación de las vías, así como en la modernización de la flota de trenes, ha perpetuado las deficiencias en el servicio.

Se espera que todo esto que deja a la vista la necesidad de una reforma integral, lleve a soluciones que aborden no solo los problemas inmediatos, sino también a la planificación a largo plazo para garantizar un transporte público seguro y eficiente

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